Desafío en familia

Bienvenidas familias. Gracias por seguir siendo parte de nuestra propuesta. En el encuentro de la semana recordamos el momento en el que nos encontramos: volvimos a los reyes. Sin embargo, en esta oportunidad, estudiamos la vida de un rey que no obedeció a Dios. Este rey se entregó deliberadamente a Baal, levantó altares y un templo para él, lo adoró, persiguió a los profetas de Dios, etc. Por medio de este relato, podemos aprender cosas que no deberíamos hacer o copiar. Lo que hemos aprendido es que: cuando un corazón está endurecido no puede reconocer cuán lejos está de Dios, aunque Dios intente hablar. Además, sabemos que los malos consejos pueden hacer que nuestro corazón se contamine cada vez más. Por último, Dios siempre desea hablarnos, pero está en nosotros aceptar lo que nos dice o seguir otras voces.

Los invitamos a que nos acompañen con el siguiente desafío. Preparen un momento de la semana en el que estén todos juntos y tranquilos. Agarren hojas y lápices y piensen en todo lo que nos pueden aconsejar otras personas y que puede contaminar nuestro corazón. Por ejemplo, nos pueden aconsejar: 

• Que tratemos mal a alguien que nos ha tratado mal primero. 
• Que nos defendamos con palabras hirientes y feas. 
• Que no perdonemos, sino que busquemos venganza. 
• Que rompamos las reglas para sacar provecho. 
• Que planifiquemos algo para burlarnos de otra persona.
• Que mintamos para hacer algo que no tenemos permitido.  

Luego de pensar y escribir, conversen sobre el impacto de esos consejos en nuestra vida, nuestra relación con Dios y la vida de otros ¿qué pasa si seguimos estos malos consejos? ¿qué consecuencias puede haber? ¿es más, lo bueno o lo malo que sucederá si sigo estos consejos? Escucha con apertura, no señales o juzgues, más bien ayuda a pensar. 

Termina este momento, leyendo 1 de Corintios 15:33 TLA que dice:

 
¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que «Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres.»

Anima a tus hijos a elegir a quien escuchar, y a recordar que siempre cuentan con el Espíritu Santo para saber si algo conviene o no ¡es un regalo contar con sus consejos!