NÚCLEO PRÁCTICO: Dios desea mi desarrollo personal
PRINCIPIO BÍBLICO: Aprendo a comportarme como alguien que tiene una relación con Dios
VERSÍCULO ELEMENTAL: Amados hijos míos, debemos amarnos unos a otros, porque el amor viene de Dios. 1 Juan 4:7a (TLA)
ENFOQUE: Creciendo en amor
Encuentro 8: Te amo, att: Jesús
Frases para decirle a tu hijo:
El amor de Dios por ti es eterno
Te amo mucho
Amo pasar tiempo contigo
¿Cómo orar por mi hijo pequeño esta semana?
Dios, gracias por amarnos con tan profundo amor. Gracias por enseñarme a amar a los demás, de la misma manera en la que tu me amas. Usa mi vida para reflejar tu amor a mi familia y a todos los que me rodean. Quiero crecer en tu amor. Amén.
Continuemos en casa. El desafío de la semana:
No caminantes
Toma un momento del día para conectar junto a tu bebé en una actividad sencilla pero maravillosa a la vez. Colócate frente a un espejo con el bebé en brazos y observen su reflejo juntos. Sonríele al espejo y haz que el bebé te siga con la mirada, mientras ambos disfrutan del momento. A través de ese cruce de miradas, y redescubrirse a través de un espejo, el bebé empieza a reconocer la presencia de sus padres. Este tiempo de calidad y amor a través de las miradas y mimos, fortalecerá el apego seguro.
Caminantes
En esta etapa, florece algo muy hermoso en los pequeños: el deseo de dar pequeños detalles a su mamá, como una flor del jardín, o una tarjeta a su papá. De esta manera, los pequeños expresan su amor, además de descubrir nuevos lenguajes de afecto. Te animo a motivar a tu hijo(a) a tener un detalle con los demás miembros de la familia. Puedes usar frases como: “¿Cómo quieres sorprender hoy a mamá o papá?” “¿Te gustaría ayudarme a hacer un detalle para tu hermano?” “¡Hagamos una carta de cumpleaños para el abuelo!” Así, no solo guías y modelas el valor del amor, sino que también construyen juntos recuerdos como cómplices de detalles amorosos para la familia.
Tips de desarrollo:
El amor es un concepto abstracto que resulta difícil de comprender cuando se intenta explicar a los más pequeños. En la etapa de desarrollo en la que se encuentran los niños, la mejor manera de transmitir un valor como el amor es a través de las acciones, lo tangible y, sobre todo, a través del modelo que los padres brindan. Por ello, insistimos en la importancia de ser intencionales como padres al enseñar el valor del amor en casa, ya que los pequeños aprenden principalmente por imitación.
En este sentido, existen diferentes lenguajes del amor, que son diversas formas de dar y recibir amor. Algunos de ellos son el tiempo de calidad, las palabras de afirmación y el contacto físico. Te motivamos a que utilices todos los lenguajes del amor con tu bebé, ya que en su desarrollo emocional, tiene un “tanque de amor” muy grande por llenar. Si tu hijo recibe amor de manera constante, se convertirá en un niño más empático, afectivo y será capaz de gestionar mejor sus frustraciones y emociones. Comprenderse a sí mismo como un ser amado crea bases sólidas para un desarrollo emocional y social saludable.
A continuación te brindamos alguna información importante sobre el desarrollo emocional de tu hijo.
De 0 a 6 meses:
Durante los primeros meses de vida, los bebés son altamente sensibles a interacciones emocionales, brindadas, principalmente por sus cuidadores. Por medio del contacto físico como caricias, abrazos, arrullos, el bebé desarrolla el sentido de seguridad, protección y afecto. Esta etapa es indispensable para generar un apego seguro, a través del amor genuino brindado por sus padres y cuidadores.
De 6 a 12 meses:
A medida que el bebé crece, comenzamos a observar con mayor claridad sus emociones a través de sonrisas, llantos, risas y expresiones faciales. Es en esta etapa cuando los padres empiezan a guiar a su hijo en la regulación emocional. Por ejemplo, cuando el niño está triste, el cuidador se acerca para consolarlo con palabras y abrazos. De esta manera, el bebé va asociando estas manifestaciones de amor con herramientas para gestionar sus emociones. Además, en esta etapa, el bebé comienza a mostrar preferencia por algunos miembros de la familia, especialmente por aquellos cuidadores con quienes pasa la mayor parte del tiempo.
De 1 a 2 años:
En esta etapa, los niños logran imitar emociones y acciones de los adultos. Si el pequeño ve a un adulto consolando a alguien más, es probable que el pequeño se acerque a la persona afectada e imite los comportamiento de consuelo del adulto. Por esto, es muy importante tomar en serio el modelamiento de conductas, ya que a esta temprana edad, se empieza a formar la empatía, el amor al prójimo y la gestión emocional. Pueden empezar a ofrecer abrazos a sus padres o a otros niños, como señal de que están interiorizando el concepto de amor y cuidado hacia los demás.
De 2 a 3 años:
En esta etapa, los pequeños, en su mayoría, ya tienen un amplio vocabulario, lo cual les permite expresar afecto por medio de sus palabras, con frases cortas como: te quiero, dame un abrazo, te amo mucho, entre otras. Además, será común que acompañe sus palabras con una demostración física, como un abrazo, o un beso en la mejilla. Un niño que ha recibido amor genuino por sus padres y cuidadores, será un niño que maneje mejor sus frustraciones o emociones fuertes. Un niño amado, será un niño que tiene herramientas para autorregularse y ser empático con los demás.