NÚCLEO TEOLÓGICO: Dios desea mi desarrollo personal
PRINCIPIO BÍBLICO: Valoro mi relación con Dios y me alejo del mal
VERSÍCULO DEL ENCUENTRO: Y ustedes, padres (…) críen (a sus hijos) según la disciplina e instrucción del Señor. Efesios 6:4
ENFOQUE: ¿Quién es mi enemigo?
Encuentro 10: ¡Lo tengo que decir!
¡Cuán importante es acompañar a nuestros hijos en su vida de fe! Sabemos que en esta etapa, pueden estar siendo tentados en muchas áreas, pero lo importante es que ellos sepan que no están solos.
Como padres tenemos la responsabilidad de asumir un compromiso con su vida espiritual proponiendo disciplinas bíblicas como orar, leer la Biblia, pero también tomando medidas que ayudarán a nuestros hijos en su caminar diario con Dios.
Confianza
Es clave demostrarles a nuestros hijos que confiamos en ellos, en lo que hacen cuando no estamos a su lado. Si nuestros hijos nos ven intolerantes al error ajeno, con demasiada libertad para juzgar a los demás, ellos no van a querer confiar en nosotros cuando algo está pasando. Deben saber que no hay nada que ellos pudieran hacer para que sus padres los amen menos.
Cada vez que tengas la oportunidad, usa tus palabras con tus hijos para demostrar esta confianza: “Confío en tí”, “Te amo y nada cambiará mi amor por tí”, “Gracias por contarme esto”, “Qué bueno es conversar contigo”.
Cuidado dentro del hogar
Nuestro hogar debe ser un espacio seguro para ellos. Por eso es importante que los chicos sepan que deben rendir cuenta de cómo invierten su tiempo en la tecnología. Tienen tu voto de confianza, y es importante que puedas contarles que el enfoque de tu cuidado es el amor.
Como padres podemos supervisar los programas que miran, las aplicaciones que usan, acceder a leer los chats que escriben. Establecer límites saludables es necesario, porque de esa forma tomamos nuestro rol como padres y enseñamos a nuestros hijos a regular su propio cuidado.
Te proponemos que una vez a la semana puedan conversar sobre esto en casa. Sin miedos ni vergüenzas, más bien con el deseo de acompañar y abrazar a nuestros hijos.