Desafío en familia

NÚCLEO TEOLÓGICO: El plan redentor de Dios desde el Antiguo Testamento

ESTACIÓN BÍBLICA 7: El Reino Dividido – Reyes de Judá

RELATO BÍBLICO: Ezequías – 2 Crónicas 29-32

ENFOQUE: Debo tener cuidado con el pecado pues este me contamina progresivamente

Encuentro 7: ¡Una mancha más!

Querido papá: Hoy aprendimos que el pecado no solo nos aleja de Dios, sino que también puede contaminar nuestro corazón de forma progresiva. Pero también recordamos una gran noticia: gracias al sacrificio perfecto de Jesús, podemos volver a acercarnos a Dios, para ser limpiados y recibir así, una nueva oportunidad para vivir cerca de Él.

Por eso, queremos invitarte a tener un momento especial junto a tu hijo: la propuesta es que hoy serán “Restauradores de objetos”. La idea es que elijan algún objeto viejo o descuidado que tengan en casa (puede ser una maceta, una piedra decorativa, una bicicleta que ya no usan, una lámpara sucia o lo que encuentren), y se tomen un rato para restaurarlo. 

Mientras lo hacen, aprovecha ese tiempo para conversar sobre cómo el pecado también se va acumulando en nuestras vidas cuando no lo detenemos a tiempo. Puedes explicarle que al igual que ese objeto, nuestro corazón se va ensuciando si no buscamos a Dios, como cuando el polvo o el óxido se acumulan con el tiempo y dañan algo que antes estaba limpio y en buen estado, lo mismo sucede con el pecado en nuestro corazón. Sin embargo, lo más hermoso es que, al igual que ese objeto está siendo restaurado, Dios también puede hacer los mismo con nuestros corazones.

En caso de que lo necesites, te dejamos algunas preguntas para ese momento de conversación intencional:

¿Qué entiendes por pecado? 

¿Alguna vez has sentido que te alejaste de Dios por algo que hiciste?

¿Qué cosas creés que pueden ensuciar nuestro corazón?

¿Cómo creés que Dios nos ayuda a limpiarlo?

¿Por qué creés que Jesús tuvo que morir para perdonarnos?

 

Indicación importante:
Busca un momento tranquilo en el día para hacer esta actividad. No se trata de hacerlo rápido, sino de crear un espacio de conexión entre ustedes y también con Dios. No hace falta que la charla sea perfecta, lo más importante es que tu hijo vea que estás presente, que te importa su corazón y que Dios puede estar en medio de esa conversación sencilla.



Compártenos tu experiencia. Envíanos comentarios o fotos para saber cómo disfrutan este material en casa. info.educacion@lasaventurasdebiper.com.ar
Equipo educativo
Biper y sus amigos