Desafío en familia

Hoy hemos aprendido que la Biblia ha sido inspirada por Dios y que es la forma en la que Él se da a conocer a sí mismo y a su grandioso plan para salvarnos. 

Cuando leemos y atesoramos la Palabra de Dios somos transformados en nuestro corazón y mente. ¡Sí! La Biblia es poderosa y es todo lo que nuestro corazón necesita! Por eso mismo, queremos desafiarte a que junto a tu hijo puedan crear tres tarjetas bíblicas para memorizar esta semana. A continuación te dejamos una idea de cómo organizar tu semana:

-Día 1: Tomen un tiempo especial para orar juntos y elijan tres versículos bíblicos. En este momento puedes contarle a tu hijo cuáles son tus partes favoritas de la Biblia o cuáles han sido los versos bíblicos que han marcado tu corazón en el último tiempo. Luego de elegirlos, utilicen tijeras, marcadores y cartulina o algún material resistente, para crear sus tarjetas.

En caso de que lo necesites, pueden usar estos versículos para crear sus tarjetas:

«Tu palabra es una lámpara a mis pies;
es una luz en mi sendero». Salmos 119:105 (NVI)

«El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.». Mateo 24:35 (NVI)

«Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.». 2 Timoteo 3:16 (PDT)

-Día 2: Tomen un tiempo juntos para leer la tarjeta 1. Pueden leer el capítulo completo de esa cita bíblica y pensar juntos ¿qué estaba queriendo decir el autor? Si es una historia, ¿qué estaba pasando en ese momento histórico? De forma dinámica, intenten repetir el versículo sin mirar la tarjeta. ¡Pueden ir tapando el versículo por partes, hasta que logren decirlo todo sin leer absolutamente nada!

-Día 3: Repasen la memorización de la tarjeta 1, y luego repitan el procedimiento para la N° 2.

-Día 4: Repasen la memorización de la tarjeta 1 y 2 y luego repitan el procedimiento para la N° 3

-Día 5: ¡Día de competencia! Cada uno deberá decir los tres versículos de memoria uno tras otro con su cita bíblica, “ganará” quien logre hacerlo sin equivocarse. ¡Pueden repetirlo cuántas veces sea necesario!

Con esta actividad, no buscamos solamente “repetir frases”, más bien deseamos ser intencionales en darle importancia y lugar a la Palabra de Dios en nuestras mentes. ¡Crear espacios para crecer en el conocimiento de la Biblia junto con tu hijo es lo mejor que puedes hacer! ¡Anímate a llevar adelante esta actividad! Utiliza esta dinámica como una gran oportunidad para tener tiempos de calidad con tu hijo!